Cientos de museos, teatros, salas de conciertos o estadios deportivos se distribuyen a lo largo de las ciudades de esta región de tradición minera al oeste de Alemania.
Hannover, capital de la Baja Sajonia y una de las zonas más afectadas por la Segunda Guerra Mundial, es uno de los principales enclaves de la Alemania septentrional.
Cientos de museos, teatros, salas de conciertos o estadios deportivos se distribuyen a lo largo de las ciudades de esta región de tradición minera al oeste de Alemania.
El puente más antiguo de Heidelberg es una impresionante construcción decorada con una imponente puerta, minuciosas esculturas y una singular estatua de un mono.
La Marktkirche es todo un tesoro del siglo XIV que deslumbra con su estilo gótico y sus muros de ladrillo rojo a todos aquellos que se acercan a contemplarla.
Cuando viajes a Mannheim, aprovecha para visitar esta plaza neobarroca para ver cómo los chorros que surgen frente a la Torre del Agua se entrecruzan e iluminan.
Prueba los variados vinos blancos y espumosos que se producen a partir de las uvas de esta espectacular región, en los alrededores de los ríos Mosela y Nahe.
Las marcas más exclusivas exhiben sus productos junto a un pintoresco canal y elegantes puentes en una de las avenidas comerciales de lujo más concurridas de Alemania.
La Marktkirche es todo un tesoro del siglo XIV que deslumbra con su estilo gótico y sus muros de ladrillo rojo a todos aquellos que se acercan a contemplarla.
Degustar vino a bordo de un barco en el río Rin y pasear por pueblos llenos de encanto son algunos de los atractivos de las vacaciones en Ahr-Medio Rin.
Explora el vasto terreno donde celebraba sus congresos el partido nacionalsocialista y descubre los momentos históricos más significativos que tuvieron lugar aquí.
Los únicos rascacielos de Alemania se encuentran en la capital económica de Europa, que también es una ciudad conocida por su vino dulce de manzana y algunos de los mejores museos del país.