Fotos de Castillos y palacios + Comida en Bélgica

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El antiguo mercado de alimentación sigue siendo un buen lugar para probar la alta cocina belga, además de estar declarado patrimonio de la humanidad.

Contempla el interior del palacio o admira la fachada de este precioso edificio desde el Parque de Bruselas. Quizá incluso puedas ver a los reyes de los belgas.

El antiguo campanario de Brujas domina el horizonte y es el monumento más emblemático de la ciudad. Las vistas desde lo más alto son impresionantes.

Contempla el interior del palacio o admira la fachada de este precioso edificio desde el Parque de Bruselas. Quizá incluso puedas ver a los reyes de los belgas.

Contempla el interior del palacio o admira la fachada de este precioso edificio desde el Parque de Bruselas. Quizá incluso puedas ver a los reyes de los belgas.

En las colinas repletas de bosques del sureste de Bélgica se esconden pueblecillos y castillos históricos, en un entorno ideal para montar a caballo, esquiar, caminar o pescar.

El antiguo mercado de alimentación sigue siendo un buen lugar para probar la alta cocina belga, además de estar declarado patrimonio de la humanidad.

Contempla el interior del palacio o admira la fachada de este precioso edificio desde el Parque de Bruselas. Quizá incluso puedas ver a los reyes de los belgas.

¿Qué lugar mejor para disfrutar de la comida y el arte que las ciudades medievales? Visita las cervecerías alojadas en antiguos monasterios y recorre los palacios reales de siglos pasados. 

El antiguo mercado de alimentación sigue siendo un buen lugar para probar la alta cocina belga, además de estar declarado patrimonio de la humanidad.

El antiguo campanario de Brujas domina el horizonte y es el monumento más emblemático de la ciudad. Las vistas desde lo más alto son impresionantes.

Contempla el interior del palacio o admira la fachada de este precioso edificio desde el Parque de Bruselas. Quizá incluso puedas ver a los reyes de los belgas.

El antiguo mercado de alimentación sigue siendo un buen lugar para probar la alta cocina belga, además de estar declarado patrimonio de la humanidad.