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La capital de la isla es un centro cosmopolita que mantiene su encanto griego tradicional.

La antigua ciudad griega, que se alza cual ave fénix en el corazón de la Atenas moderna, se ilumina de noche en todo su esplendor.

La antigua ciudad griega, que se alza cual ave fénix en el corazón de la Atenas moderna, se ilumina de noche en todo su esplendor.

La antigua ciudad griega, que se alza cual ave fénix en el corazón de la Atenas moderna, se ilumina de noche en todo su esplendor.

A pesar de ser uno de los monumentos antiguos mejor conservados de Tesalónica, el sencillo exterior de este edificio no refleja su relevancia. 

La antigua ciudad griega, que se alza cual ave fénix en el corazón de la Atenas moderna, se ilumina de noche en todo su esplendor.

Estas impresionantes murallas, que datan del siglo IV a.C., son un bonito ejemplo de la antigua arquitectura de Tesalónica y un reflejo de la larga historia de la ciudad.

A pesar de ser uno de los monumentos antiguos mejor conservados de Tesalónica, el sencillo exterior de este edificio no refleja su relevancia. 

Estas impresionantes murallas, que datan del siglo IV a.C., son un bonito ejemplo de la antigua arquitectura de Tesalónica y un reflejo de la larga historia de la ciudad.

En esta antigua iglesia, una de las más importantes de la ciudad, se guardan las reliquias del santo patrón de Tesalónica, el mártir romano Demetrio.

La Plaza Sintagma, cuya construcción data de la Época Clásica, sigue estando en el centro de la vida política y social de la Atenas moderna.

Maravíllate ante este exquisito edificio de doble columnata y dos plantas al que acudían los antiguos atenienses para comprar y relacionarse.

La capital de la isla es un centro cosmopolita que mantiene su encanto griego tradicional.

La antigua ciudad griega, que se alza cual ave fénix en el corazón de la Atenas moderna, se ilumina de noche en todo su esplendor.

Este moderno museo, que cada año recibe millones de visitantes, nació fruto del amor al arte y ha tardado décadas en terminarse.

Estas impresionantes murallas, que datan del siglo IV a.C., son un bonito ejemplo de la antigua arquitectura de Tesalónica y un reflejo de la larga historia de la ciudad.