Venecia, conocida como “la ciudad de los canales”, es el culmen de lo romántico, con sus góndolas, cantantes callejeros, impresionantes “palazzos” e iglesias y esa atmósfera cercana a la intemporalidad que la caracteriza.
Con su castillo histórico y su hermosa costa, el tranquilo pueblo de Aci Castello es un lugar perfecto para escapar de los bulliciosos complejos turísticos de Sicilia.
Relájate pasando unas vacaciones en Nago-Torbole, una región ubicada en la ladera del monte Baldo, descrita por el famoso escritor Goethe como una “maravilla de la naturaleza” por sus fuertes vientos y su precioso lago.
Este destino en los Alpes italianos, que podrás disfrutar durante todo el año, presume de un paisaje sobrecogedor de montañas y lagos, además de actividades de aventura y de interesantes ciudades.
Pasa tus vacaciones en Otranto y descubre la costa más oriental de Italia, en un espolón rocoso con una escarpada caída hacia el mar y a cerca de 30 kilómetros de Lecce. Durante siglos ha sido el centro cultural, político y económico de Salento, pues ya en la antigüedad esta zona era considerada un puente entre la cultura mediterránea y la oriental. Otranto todavía conserva restos del encuentro y de la mezcla de ambas culturas. Además de satisfacer las demandas de los turistas de playa, Otranto también resultará atractivo para aquellos que quieran pasar unos días de total relajación en un impresionante escenario histórico y cultural.
Sus pueblos pintorescos, una arquitectura histórica, paisajes de montaña y los deportes de agua dan la bienvenida a los turistas en este cautivador destino del norte de Italia.
Gracias a su arquitectura clásica, su rica historia, sus cuevas subterráneas y sus tradicionales pizzas, esta ciudad italiana se convierte en un destino fascinante.
No necesitas ser millonario para regalarte unas vacaciones en Costa Esmeralda - Olbia - Cerdeña oriental. Si te encantan los sitios bañados por el sol, no dejes de visitar sus preciosas playas ni su agreste interior.
Un clima mediterráneo y playas soleadas ante un fondo de montañas son los ingredientes fundamentales de unas vacaciones en el lago de Garda, que combinan un entorno impresionante con emociones inolvidables.
Enclavada entre el lago más grande de Italia y la falda de una cadena montañosa, esta localidad ofrece monumentos históricos, bonitas playas y una vida nocturna animada.
Da un paseo por el puente más antiguo y emblemático de Venecia y disfruta contemplando sus románticas vistas, comprando souvenirs y viendo los espectáculos callejeros.