Un imponente monumento situado en el centro de una rotonda con mucha afluencia de vehículos; el arco se alza majestuosamente sobre la ciudad y ofrece una panorámica inigualable.
Gracias a su merecida reputación como una de las ciudades más románticas y culturales del mundo, resulta fácil olvidar que también es una de las más caóticas y apasionantes.
Déjate sorprender por la entrada triunfal que encargó Napoleón para conmemorar su victoria en la batalla de Austerlitz en 1805, tan elaborada como artesana.