El mejor surf del país, una excelente selección de cafés y galerías, y un ambiente relajado y bohemio hacen que resulte muy difícil abandonar esta ciudad pesquera.
La caída de agua de estas cataratas constituye un auténtico espectáculo para todo aquel que tiene la suerte de contemplarlas, ya sea desde un barco, un puente o la orilla del río.
Hamilton tiene el encanto de un pueblo en el campo y las atracciones culturales de una ciudad, sin olvidar su cercanía geográfica con muchos de los principales atractivos de la Isla Norte de Nueva Zelanda.