Contempla cómo las espumosas olas del Atlántico bañan la arena dorada y las escarpadas formaciones rocosas en esta playa, una de las más occidentales de Europa.
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Visita este museo dedicado a los azulejos de cerámica y examina ejemplos poco comunes de un arte decorativo que se ha convertido en sinónimo de Portugal.
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Los viajes a Lisboa deben incluir una visita a este edificio, que permite conocer la vida de la nobleza local y contemplar exquisitos jardines y adornos de azulejos.
Los viajes a Lisboa deben incluir una visita a este edificio, que permite conocer la vida de la nobleza local y contemplar exquisitos jardines y adornos de azulejos.
Los viajes a Lisboa deben incluir una visita a este edificio, que permite conocer la vida de la nobleza local y contemplar exquisitos jardines y adornos de azulejos.
Recorre las callecitas de piedra de la capital portuguesa, donde el aire se llena del sonido de la música local y se sirve pescado fresco en las terrazas de los restaurantes.
En los viajes a Lisboa, cuna del fado, no puedes perderte el museo que rinde homenaje a este famoso estilo musical dramático y sentido que llegó a prohibirse.
En los viajes a Lisboa, cuna del fado, no puedes perderte el museo que rinde homenaje a este famoso estilo musical dramático y sentido que llegó a prohibirse.
Las ciudades oceánicas suelen erigir monumentos a su pasado marinero. Este monolito recuerda a los exploradores que participaron en las aventuras marítimas lusas.
Los viajes a Lisboa deben incluir una visita a este edificio, que permite conocer la vida de la nobleza local y contemplar exquisitos jardines y adornos de azulejos.
Las ruinas de un terremoto suelen derribarse, pero esta ciudad las ha convertido en lugar de interés para preservar la grandeza de una obra maestra gótica.
Visita este museo dedicado a los azulejos de cerámica y examina ejemplos poco comunes de un arte decorativo que se ha convertido en sinónimo de Portugal.
Los viajes a Lisboa deben incluir una visita a este edificio, que permite conocer la vida de la nobleza local y contemplar exquisitos jardines y adornos de azulejos.
Las ruinas de un terremoto suelen derribarse, pero esta ciudad las ha convertido en lugar de interés para preservar la grandeza de una obra maestra gótica.
Recorre las callecitas de piedra de la capital portuguesa, donde el aire se llena del sonido de la música local y se sirve pescado fresco en las terrazas de los restaurantes.