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Quebec, pintoresca capital de la provincia canadiense homónima, permite conocer junto con los parajes naturales circundantes un pedacito de Francia en Norteamérica.

Siente la salpicadura de este salto de agua, que es aún más alto que las famosas cataratas del Niágara y que en invierno se congela, paseando a unos metros sobre él.

El casco histórico amurallado de Quebec ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad y alberga sus edificios y atracciones más antiguos y famosos.

El casco histórico amurallado de Quebec ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad y alberga sus edificios y atracciones más antiguos y famosos.

Siente la salpicadura de este salto de agua, que es aún más alto que las famosas cataratas del Niágara y que en invierno se congela, paseando a unos metros sobre él.

Descubre un enorme parque urbano que antaño fue escenario de encarnizados enfrentamientos entre los ejércitos de los imperios británico y francés.

Quebec, pintoresca capital de la provincia canadiense homónima, permite conocer junto con los parajes naturales circundantes un pedacito de Francia en Norteamérica.

Quebec, pintoresca capital de la provincia canadiense homónima, permite conocer junto con los parajes naturales circundantes un pedacito de Francia en Norteamérica.

Siente la salpicadura de este salto de agua, que es aún más alto que las famosas cataratas del Niágara y que en invierno se congela, paseando a unos metros sobre él.

Esta pequeña iglesia católica romana, que se alza en el lugar del primer asentamiento de la ciudad, conmemora las victorias francesas sobre las tropas británicas.

Esta pequeña iglesia católica romana, que se alza en el lugar del primer asentamiento de la ciudad, conmemora las victorias francesas sobre las tropas británicas.

Disfruta de unas de las mejores vistas de la ciudad y en invierno de un enorme tobogán de hielo en este paseo que discurre en lo alto sobre el río San Lorenzo.

Siente la salpicadura de este salto de agua, que es aún más alto que las famosas cataratas del Niágara y que en invierno se congela, paseando a unos metros sobre él.

Siente la salpicadura de este salto de agua, que es aún más alto que las famosas cataratas del Niágara y que en invierno se congela, paseando a unos metros sobre él.

Esta pequeña iglesia católica romana, que se alza en el lugar del primer asentamiento de la ciudad, conmemora las victorias francesas sobre las tropas británicas.

Disfruta de unas de las mejores vistas de la ciudad y en invierno de un enorme tobogán de hielo en este paseo que discurre en lo alto sobre el río San Lorenzo.

Siente la salpicadura de este salto de agua, que es aún más alto que las famosas cataratas del Niágara y que en invierno se congela, paseando a unos metros sobre él.

Esta pequeña iglesia católica romana, que se alza en el lugar del primer asentamiento de la ciudad, conmemora las victorias francesas sobre las tropas británicas.