Cómo subir al Pan de Azúcar y disfrutar de las mejores vistas

“El espectacular Pan de Azúcar en Río de Janeiro se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Brasil. No nos extraña, porque los casi 400 metros de altura de este cerro ofrecen unas vistas de la bahía de Guanabara que atrapan a cualquiera. Además, el Pan de Azúcar tiene un encanto especial, desde su goloso nombre hasta su aspecto imponente, que recuerda a un monolito. Te ayudamos a organizar tu ascenso al cerro más querido de Río de Janeiro, con trucos para que saques todo el partido a la visita.

### Ascenso en funicular: cómo y dónde

Créditos: Tourism Media

Uno de los motivos por los que el Pan de Azúcar es tan popular entre los visitantes (y los lugareños) es que solo puede llegarse en los queridos bondinhos de la ciudad. Este funicular en concreto empezó a funcionar en 1913, aunque los vagones actuales son de la década de los años 70, tienen ventanas más grandes y son más espaciosos que los originales.

El día de tu visita al Pan de Azúcar, lo primero que tendrás que hacer es llegar a la estación del bondinho, que está en la avenida de Pasteur, en el barrio de Urca. A este vecindario puedes llegar en ómnibus o en taxi. Cerca de la estación del bondinho tienes otra atracción que merece la pena visitar: Praia Vermelha, una pequeña playa rodeada de un entorno natural increíble y con clubes de deportes acuáticos.

En la estación, sube al funicular, que te llevará al morro de Urca, un cerro más bajo que el Pan de Azúcar, pero con vistas también espectaculares. Párate unos minutos para empaparte de la belleza que te rodea y alucina con la playa de Flamengo a tus pies. Luego, dirígete a la estación del segundo bondinho, que te depositará en la cima del Pan de Azúcar. Sí, has leído bien, tendrás que tomar dos funiculares, ¡dos oportunidades de hacerte con uno de los codiciados sitios junto a las ventanas! Disfruta de seis minutos de vistas de 360 grados sobre la bahía salpicada de barcos, las playas abrazadas por frondosa vegetación y el ajetreo de la ciudad. El trayecto surcando el cielo de Río de Janeiro ya justifica la visita.

### El mejor momento para subir al Pan de Azúcar

El Pan de Azúcar es la segunda atracción más visitada de Río de Janeiro, solo superada por el icónico Cristo del Corcovado. Como puedes imaginar, los días festivos aumenta mucho el número de visitantes. También deberías tener en cuenta que habrá más gente si tu visita coincide con el carnaval o con una época de buen tiempo. Una buena idea es subir al Pan de Azúcar entre semana: seguramente te ahorrarás un rato de cola y tendrás más posibilidades de pegar la nariz a la ventana de los bondinhos, para no perderte las vistas durante el viaje.

Si ya has planeado subir al Pan de Azúcar de día, te llevarás fotos espectaculares, pero tenemos que reconocer que nuestra debilidad son las vistas al atardecer. No somos los únicos que buscan esta imagen tan romántica de la bahía de Guanabara, así que te damos un consejo para evitar decepciones: sube al Pan de Azúcar después de comer, busca un buen sitio y tómate algo mientras esperas a que se ponga el sol.

¿Te preguntas cómo conseguir entradas? Tienes dos opciones: comprarlas en el sitio web o en la misma estación del teleférico, el mismo día de tu visita. Cada opción tiene sus ventajas y sus desventajas: si compras la entrada online, te ahorrarás las colas en la estación, pero tendrás que planificar con más antelación. Sin embargo, si las compras en la taquilla seguramente encuentres cola, pero podrás dejarlo para otro día si el tiempo no acompaña. ¡Tú decides!

### Trucos para ver la mejor estampa de Río

Créditos: Tourism Media

Un factor importante que deberías tener en cuenta para subir al Pan de Azúcar son las condiciones meteorológicas. Si llueve mucho o hay niebla, las vistas perderán parte de su encanto y puede que no aproveches al máximo tu visita. Por eso, te aconsejamos esperar a un día despejado para subir al cerro y ver el Cristo del Corcovado, la bahía turquesa y los aviones que surcan el cielo carioca en dirección al aeropuerto.

Si quieres empaparte de las vistas sobre Río de Janeiro mientras te refrescas o repones fuerzas con un tentempié, en el Pan de Azúcar tienes un par de locales donde degustar una auténtica caipirinha o un zumo de açai. Si llega la hora de comer o de cenar, busca una mesa para disfrutar de una comida con las mejores vistas de Río de Janeiro. ¡Esto sí es un lujo!

Una buena idea es dedicar una mañana a un plan más tranquilo, como visitar el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro y reservar la tarde completa para conocer el Pan de Azúcar. Así lo disfrutarás al máximo y sin prisas. Y si después de Brasil vas a seguir recorriendo Sudamérica en busca de sus secretos, aquí tienes más ideas. Echa un vistazo a nuestro itinerario para viajar por Colombia y a nuestro artículo sobre el Imperio inca en Perú.”