El día de hoy está dedicado a explorar tres joyas del Valle Sagrado de los Incas, que nos mostrarán su ingenio como arquitectos y agricultores: Maras, Moray y Chinchero. Desde la cima, tendremos una vista majestuosa de las antiguas minas de sal de Maras, donde se recoge la codiciada sal de Maras, una de las mejores del mundo. Veremos casi 3.000 piscinas que en tiempos de los incas fueron un importante centro de la economía imperial. Hoy sigue siendo una valiosa fuente de ingresos para cientos de familias.

Con impresionantes vistas panorámicas del mosaico de terrazas y estanques, Maras ofrece el escenario perfecto para los aficionados a la fotografía. También llegaremos al yacimiento arqueológico de Moray, que se asemeja a un anfiteatro natural. Durante el Tahuantinsuyo, funcionó como laboratorio y centro de investigación agrícola, según algunos estudios. Sus enormes terrazas concéntricas y la variedad de microclimas que creaban permitían el crecimiento de diversos cultivos. Disfrutaremos de un delicioso almuerzo a base de productos locales antes de visitar el complejo arqueológico de Chinchero, uno de los más impresionantes de la zona que, durante el Tahuantinsuyo, fue un centro agrícola y ganadero, con terrazas y acueductos. Cerca de allí, veremos el exterior de la iglesia de Nuestra Señora de Monserrat, construida en 1607 sobre el antiguo palacio inca y que hoy es un ejemplo de la confluencia de la cultura andina y española durante el Virreinato, especialmente en el aspecto artístico de su decoración.