Sal de Funchal y viaja hasta el Pico dos Barcelos para disfrutar de uno de los miradores únicos de Madeira. Obtén una vista impresionante de todos los puntos de la isla, antes de subir a Eira do Serrado.
Admira los castaños y los eucaliptos de los alrededores. Los antiguos senderos siguen siendo utilizados por lugareños y turistas, y aún pueden verse la estrecha calzada y los túneles.
Desde una altitud de 1.094 metros sobre el nivel del mar, divisa el Valle de las Monjas. Aislado del resto de la isla, el Valle de las Monjas está rodeado de roca de lava y toma su nombre de las monjas que lo habitaron en su día cuando huían de los ataques piratas durante el siglo XVI.
Prueba algunos pasteles y pastas tradicionales de castaña que sólo se encuentran en la región, junto con diferentes licores tradicionales. Después, ve a Monte, una de las antiguas paradas turísticas de Madeira, y visita la iglesia donde se encuentra la tumba del emperador Carlos I de Austria.
Añade un poco de aventura al día y disfruta de un inolvidable paseo en trineo de 2 kilómetros por la antigua carretera de Livramento, donde el autobús te recogerá al final.