Disfruta de una excursión de un día desde Santiago de Compostela y descubre lo mejor de las Rías Baixas. Sumérgete en el vino Albariño y el marisco gallego. Disfruta de un crucero en barco por el estuario y aprende sobre el cultivo de mejillones, ostras y vieiras. Aprende de tu guía sobre cada lugar y disfruta de las paradas en cada uno de ellos.
Reúnete a las 10 de la mañana en la Plaza de Galicia y comienza tu recorrido desde Santiago hasta las Rías Baixas. En la primera parada, da un paseo por las viñas locales de uva Albariño y aprende sobre la producción de este maravilloso vino blanco de la mano de los guías locales de una de las bodegas más exclusivas de la región. Después de la visita, degusta uno de los vinos Albariño más conocidos, que no se puede encontrar en mercados ni restaurantes normales, vinos que se venden en los mejores restaurantes de Europa y en los mercados más exclusivos del mundo.
Avanza hasta una de las playas más espectaculares de Galicia, la playa de La Lanzada. Viaja en el tiempo hasta el siglo X para conocer su historia y sus leyendas.
A continuación, te espera la isla de La Toja, con su historia termal y su interesante pasado industrial en la fabricación del mejor jabón de España. Descubre el mundo de la cría de moluscos en un crucero en barco. Navega por una ruta que pasa por innumerables “bateas” de dónde salen los mejores mejillones, ostras y vieiras.
Durante el crucero, podrás comer tantos mejillones como desees, recién recogidos del agua y hervidos en vino albariño. Todo ello acompañado de todo el vino blanco local que quieras, refrescos, agua y chupitos de licor.
Después del crucero, te dejamos en O Grove, el “paraíso del marisco” de Galicia. Dedica 90 minutos a comer en un restaurante. Tu guía te recomendará los mejores en función de lo que busques.
Recorre la costa de la Ría de Arousa en dirección sur hacia la ría de Pontevedra. Atraviesa las localidades de Portonovo, Sanxenxo y Raxó y visita el pueblo de pescadores de Combarro, con sus calles empedradas, sus pequeñas tiendas y sus preciosos bares y restaurantes. Por último, abandona las Rías Baixas y regresa a Santiago de Compostela para dejar el coche.