Viaja por la historia de Turquía en una excursión de un día desde Esmirna a Pérgamo y el Asclepión. Pérgamo es un yacimiento de la UNESCO que conserva vestigios de las civilizaciones jónica, helénica, romana y bizantina.
Tras la recogida, conduce hasta la Acrópolis de Pérgamo. Bergama, con su riqueza histórica y cultural, es una de las ciudades más especiales de Turquía, con 3.000 años de historia. Bergama fue testigo de muchas civilizaciones y sigue conservando las huellas y manuscritos de estos antecedentes.
Llega a Pérgamo y sube a un teleférico para ir a la Acrópolis (unos 5 minutos de trayecto). Contempla el Altar de Zeus, el Templo de Dioniso, el Templo de Deméter y la Gran Biblioteca, que contiene 200.000 legajos de libros.
Continúa para ver el teatro, el gimnasio, los palacios reales, el Templo de Troya, los acueductos, las fuentes, las cisternas y los arsenales, algunas de las estructuras más importantes construidas en la Acrópolis de Pérgamo.
Conduce unos 10 minutos hasta el Asclepion de Pérgamo, uno de los primeros hospitales de la historia. Los historiadores antiguos decían que éste es “el lugar donde se prohíbe entrar a la muerte y no se abren los testamentos”. El Asclepion es accesible desde la Vía Sagrada y es una calle de 1 km de longitud.
El Asclepion es el mayor centro médico de la época, incluida la columna serpentina que se convirtió en el símbolo de la medicina y las farmacias modernas y que recibió su nombre de Asclepios, el dios de la curación y la medicina.
Los resultados revelan que en Asclepion también se realizaban operaciones quirúrgicas, además de dietas, baños calientes y fríos, y ejercicios físicos como los tres componentes básicos. En este centro se trataba a los pacientes con medicinas, hierbas, música, baños de barro y sol, y psicoterapia.
Más tarde, haz una visita opcional a la Escuela de Tejido de Alfombras de Pérgamo. Pérgamo es también una ciudad importante para el negocio de las alfombras. Las alfombras de Pérgamo figuran entre las artesanías más avanzadas de la ciudad y tienen un valor etnográfico.