- El Mar Muerto es una maravilla natural: Su ubicación única y sus aguas ricas en minerales han atraído a visitantes durante miles de años. Este tesoro israelí es una visita obligada en para cualquiera que desee relajarse y rejuvenecer.
Esta excursión de un día desde Jerusalén te llevará a través de las pintorescas Colinas de Judea, pasando por la Posada del Buen Samaritano*, y al corazón del desierto. Mientras viajas hacia el sur, vislumbrarás el impresionante paisaje y disfrutarás de la tranquilidad de la carretera abierta.
- Harás una breve parada para hacerte una foto en la señal que indica “nivel del mar”, y continuarás hasta el Mar Muerto, que se encuentra a unos impresionantes 430 metros bajo el nivel del mar. Esto hace que sea el lugar más bajo de la Tierra, y un espectáculo sobrecogedor para la vista.
Al llegar a una de las mejores playas del Mar Muerto,* podrás desconectar y relajarte de verdad. Toma el sol y disfruta de la paz y la tranquilidad del entorno desértico. El sol del Mar Muerto tiene los rayos UVB más bajos de la Tierra, por lo que es el lugar perfecto para obtener una dosis saludable de vitamina D.
También puedes deleitarte con las propiedades terapéuticas del barro rico en minerales del Mar Muerto. Cúbrete con este antiguo remedio y siente cómo se desvanecen las toxinas y el estrés de la vida cotidiana. Y, por supuesto, ningún viaje al Mar Muerto está completo sin un baño en el propio mar. El alto contenido en sal significa que es imposible hundirse, lo que la convierte en una experiencia verdaderamente única y estimulante.
El entorno natural del Mar Muerto también tiene numerosos beneficios para la salud y la belleza. Se ha demostrado que la combinación única de minerales y nutrientes tiene un efecto positivo en diversas afecciones cutáneas, además de ofrecer beneficios generales para la salud, como el aumento de la circulación y la reducción de la inflamación.
En general, esta excursión de un día al Mar Muerto ofrece una experiencia única y rejuvenecedora que te hará sentir renovado y revitalizado. El impresionante entorno, las propiedades terapéuticas del barro y el agua, y la sensación de paz y tranquilidad se combinan para convertirlo en una experiencia verdaderamente inolvidable.