Pueblos, miradores y rocas volcánicas salpican la escarpada espina dorsal de Gran Canaria. Esta excursión teje su camino a través de algunos de los paisajes más dramáticos de la isla, deteniéndose por el camino para visitar joyas como Teror, Tejeda y Fataga. David, uno de nuestros guías locales, dice: “La leyenda de la aparición de la Virgen María en Teror sigue intrigándome. Fue en 1481, en plena conquista castellana de Gran Canaria, y contribuyó a cambiar el destino de la isla”.

Y es en Teror donde comienza tu aventura. Pasear entre las casas adosadas con balcones de la calle Real de la Plaza hacia la basílica de Nuestra Señora del Pino, enmarcada en la montaña, es una de las experiencias que definen Gran Canaria. A un pintoresco viaje en coche por la montaña está Tejeda, que también tiene su encanto: casas con tejados rojos y encaladas esparcidas por la ladera de un valle. David añade: “Cada vez que se hace una lista de los pueblos más bonitos de España, Tejeda está entre los primeros. Su entorno es inmejorable”.

También hay una parada en el mirador de Las Tirajanas para admirar una inmensa caldera volcánica, mientras nos dirigimos a Fataga para comer. También habrá vistas del Roque Nublo y del Roque Bentaiga en el camino de Tejeda a Fataga Se servirá un almuerzo elaborado con ingredientes de origen local en un restaurante familiar. Tras un pequeño paseo por la ciudad, visitaremos una plantación cercana de aloe vera para conocer sus propiedades medicinales. Generaciones de isleños han utilizado extractos de la planta para las quemaduras cutáneas.