Volar es una experiencia única, y está al alcance de cualquier persona, no necesita tener ningún entrenamiento previo, ya que volará con un piloto experimentado. Para ello solo hay que llevar ropa y calzado cómodo, correr un poco en el despegue y “voila”, luego disfrutar del vuelo y del paisaje. De esta manera, puedes sentir y experimentar la sensación de vuelo de los pájaros, sin ruidos, motores y olores a combustibles fósiles. En relación con el vuelo, quizás la parte más emocionante para el pasajero es el despegue. Pero para contrarrestar esta parte, basta con seguir las instrucciones dadas por el piloto en un briefing previo. Y cuando apenas te das cuenta estás volando y sintiendo la magia que la naturaleza te regala. La sensación de uso de los elementos es sobresaliente. Cuando regresamos a la “tierra” sentimos que cumplimos nuestros sueños de infancia. El contacto con la Naturaleza es inmenso pero la huella ecológica es diminuta. En la costa oeste, volamos en Costa Vincentina en uno de los lugares más bellos del mundo. En la costa sur, volamos sobre arena blanca, agua ligera, acantilados rojos y la brisa del sur del Algarve con su propio olor increíble.