Entra en la tradicional casa de baños turca de Kusadasi, recibido por un personal amable y envuelto en un ambiente sereno. Recibe una breve introducción a la experiencia del baño turco antes de dirigirte a la zona de vestuarios para guardar tus pertenencias en una taquilla proporcionada. Ponte un bañador o un chal y asegúrate de que tus objetos de valor están a buen recaudo.
Entra en la zona del baño, bellamente decorada, con arquitectura de mármol, iluminación suave y música relajante, que prepara el terreno para la relajación. Pasa a la sala de vapor, donde el aire caliente y húmedo abre tus poros y comienza el proceso de relajación. Ajusta tu tiempo aquí para adaptarlo a tu comodidad, suele durar entre 10 y 15 minutos.
A continuación, túmbate sobre la losa de mármol calentada conocida como “gobektasi”. Aquí, un hábil bañista, o tellak, utiliza una manopla áspera llamada “kese” para realizar una enérgica exfoliación que elimina las células muertas de la piel y la deja rejuvenecida. Después de fregar, enjuágate bajo la ducha para limpiar tu cuerpo.
Vuelve al gobektasi, donde el tellak prepara una lujosa espuma utilizando jabón tradicional de aceite de oliva y un paño especial. Disfruta de un suave y tonificante masaje de espuma en todo el cuerpo que amasa y alivia los músculos, aliviando la tensión y favoreciendo una relajación más profunda.
Tras el masaje de espuma, pasa a la zona de enfriamiento o sala de relajación. Relájate en cómodas tumbonas o cojines, deja que tu cuerpo se refresque y disfruta de la tranquila quietud. Bebe un refrescante té turco y tómate entre 15 y 20 minutos para relajarte por completo.
Concluye tu visita recogiendo tus pertenencias de la taquilla, reflexionando sobre tu experiencia rejuvenecedora y abandonando la casa de baños sintiéndote renovado, relajado y revitalizado.