Desde el corazón barroco de I Quattro Canti recorrerás el antiguo eje de la ciudad para llegar y visitar el Palazzo Alliata di Villafranca, una de las residencias más ricas de la aristocracia palermitana, que entre sus salas admirablemente restauradas conserva un hermoso Cristo Crucificado de Van Dick.

A continuación, de camino a la famosa fuente Pretoria o “della Vergogna”, que será escenario de historias populares. En la plaza Bellini admirarás las cúpulas de San Cataldo del siglo XII. de la Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro.

Seguirá una visita especialmente interesante, la Iglesia de Santa Caterina, recientemente devuelta a la ciudad pero durante siglos reservada sólo a jóvenes monjas de clausura, muchachas de la más alta aristocracia que vivían encerradas entre altares hechos con lapislázuli y piedras preciosas en contraste con el Barroco y la sociedad española de Palermo. A continuación, recorrerás los callejones de los Gremios de artesanos y jueces que acompañaron a los “Inquisiti” a la Muerte.

Te introducirás en las historias de “el Leopardo” admirando desde el exterior la terraza del palacio Gangi, localización de la famosa película de Visconti, para llegar a la plaza decorada por el espléndido rosetón gótico de la iglesia de San Francisco de Asís. Desde allí descubrirás los siglos más ricos y oscuros de la Sicilia española, llegando a la Plaza Marina para admirar un ficus magnolioides centenario del Jardín Garibaldi, antaño lugar reservado a las Condenas y Torturas de la Santa Inquisición. Aquí terminará el paseo entre helados tradicionales y cannoli en el barrio del puerto viejo La Cala.