Día 1:
Reúnete con nuestro chófer/guía en tu hotel (06.00 h) y sal hacia la selva tropical de Sinharaja. La visita guiada a pie por la selva tropical de Sinharaja dura de 3 a 4 horas y nuestro guía naturalista te explica muchas decenas de árboles, plantas, venas, insectos, animales y aves. Tras la visita guiada a la selva tropical, dirígete al hotel en Udawalawe. Registro y ocio.
Día 2: A primera hora de la mañana (05.30 h), traslado al parque nacional de Udawalawe en un jeep 4x4. El safari dura de 3 a 4 horas y podrás ver elefantes, chacales, ciervos, cocodrilos, búfalos, monos y muchas especies de aves, quizás también puedas avistar leopardos y osos.
Tras el safari, sal hacia las playas vírgenes de Mirissa, donde dispondrás de 1 hora para pasear tranquilamente o podrás zambullirte en las cálidas y torques aguas de la playa de Mirissa. Mirissa es uno de los lugares más populares de Sri Lanka para hacer una escapada a la playa. Mirissa atrae a miles de viajeros cada año por sus playas vírgenes y sus aguas tranquilas y transparentes.
Más tarde, visita el Fuerte de Galle para realizar una visita guiada a pie. Con una tumultuosa historia que se remonta a varios siglos, la situación estratégica de la ciudad la convirtió en un centro de comercio por mar y, posteriormente, en un punto de desembarco para los gobernantes coloniales de la isla. A principios del siglo XVI se construyó un fuerte para garantizar la protección y preservación de la ciudad de los portugueses y, posteriormente, los holandeses la fortificaron ampliamente durante el siglo XVII. Originalmente, el fuerte era una estructura de tierra con empalizadas, una muralla, tres bastiones y un foso que lo rodeaba. Bajo el control de los holandeses, construyeron fortificaciones inexpugnables con piedras de coral y granito, y el Fuerte parecía una pequeña ciudad amurallada con un trazado rectangular de calles repletas de casas bajas con frontones y verandas.
Centro de conservación de tortugas. Las cinco especies de tortugas marinas que anidan en Sri Lanka son la tortuga verde, la tortuga laúd, la tortuga carey, la tortuga boba y la tortuga lora. Creados para proteger de la extinción a las tortugas que anidan en las playas de Sri Lanka, los criaderos de tortugas marinas están gestionados por la Sociedad de Protección de la Vida Salvaje de Sri Lanka y dependen de voluntarios que colaboran en su proyecto de conservación.
Fin del recorrido