Embárcate en una aventura culinaria por Tel Aviv, una visita obligada para los entusiastas de la comida, los aficionados a la historia y los amantes de la cultura. Sumérgete en el corazón del famoso mercado al aire libre de la ciudad, donde los vibrantes sonidos, los tentadores aromas y el caleidoscopio de colores despertarán todos tus sentidos.
Comienza tu viaje en las calles peatonales de Nahalat Binyamin, un famoso barrio bohemio adornado con una cautivadora arquitectura Bauhaus. Atraviesa las encantadoras vistas y avanza hasta el punto central: El Mercado del Carmelo, un establecimiento desde 1920 y el mayor de la ciudad. Aquí, los productos frescos se amontonan, las carnes se cortan expertamente por encargo, las especias rebosan de grandes sacos y los pescaderos presentan la pesca del día. Convertido en un paraíso gastronómico, el mercado cuenta con puestos de comida artesanal y pintorescos restaurantes que reflejan las diversas influencias de las cocinas marroquí, egipcia, libanesa, yemení, etíope y persa en la cocina israelí.
Guiado por nuestro experto, explorarás las joyas culinarias del mercado durante horas de deliciosa indulgencia. Prueba el famoso shawarma local, con suculentas capas de carne marinada asada a la perfección. Enamórate de la repostería, los quesos artesanos y el falafel más exquisito que hayas saboreado jamás. Experimenta sorpresas con hummus cremoso, tahini suave y aterciopelada, y verduras encurtidas vivas y ácidas.
Remata el viaje gastronómico con postres dulces servidos en raciones perfectas y una degustación de licores israelíes, desde originales cervezas locales hasta el delicioso aguardiente de Arak.
La variada oferta de alimentos del Mercado del Carmelo refleja el rico tapiz de grupos étnicos que se han asentado en Israel, cada uno de los cuales aporta alimentos tradicionales. Tu guía experto te introducirá en este mosaico cultural, desvelándote las historias únicas que hay detrás de cada delicia culinaria. El recorrido serpenteará por Kerem HaTeimanim, otro barrio vibrante, que ofrece amplias oportunidades fotográficas y encantadores restaurantes apreciados por los lugareños desde hace más de un siglo.