Manchester es famosa por ser una de las capitales mundiales del fútbol, pero aquí hay mucho más que ver. Por ejemplo, Chinatown, el segundo más grande del Reino Unido y el tercero de Europa, echa un vistazo al Ayuntamiento, construido en 1877 durante la revolución industrial y un gran ejemplo de arquitectura neogótica. La fachada es tan parecida a la del Palacio de Westminster que incluso se utilizó como sustituto en la película “La Dama de Hierro”, sobre Margaret Thatcher. Otro edificio neogótico es la Biblioteca John Rylands, bautizada con el nombre del principal fabricante textil de Manchester, primer multimillonario y filántropo. Y no te pierdas la catedral de Manchester, restaurada varias veces durante el siglo XIX y tras los daños de los atentados del IRA. Esta iglesia medieval atestigua la existencia de la ciudad como asentamiento sajón y es la sede del obispo de Manchester.
Es la séptima ciudad más poblada de Inglaterra y también se considera un centro moderno, pero antaño fue también uno de los centros textiles más importantes del planeta. La confianza inquebrantable de los manchesters deriva también de la condición de la ciudad como pilar de la Revolución Industrial británica, y de todas las demás revoluciones sociales que la precedieron. Hoy, sin embargo, es una ciudad de modernidad, creatividad y progreso, donde se creó el primer ordenador que almacenaba programas y tenía memoria, y cuenta con la biblioteca pública de lengua inglesa más antigua del mundo.