Pocas ciudades en la historia tuvieron la fuerza de Varsovia: la ciudad resurgió de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial como una capital preparada y capaz de impresionar. Puedes sentir el respeto por la historia en cada esquina, puedes percibir las vibraciones modernas en cada bulevar y, sobre todo, puedes ver a los lugareños saboreando la vida con orgullo y alegría. Si te gusta la belleza del aire libre, si aprecias la herencia cultural o si buscas una alocada vida nocturna, esta ciudad puede ofrecerte y te ofrecerá todo ello. Experimenta lo más destacado de Varsovia: La Plaza del Mercado de la Ciudad Vieja, el corazón mismo de la ciudad; la Barbacana de Varsovia, una de las pocas reliquias que quedan del antiguo sistema de fortificaciones; el Palacio Krasinski, considerado uno de los palacios barrocos más maravillosos de la ciudad; el Castillo Real, residencia de los monarcas polacos; la Iglesia de Santa Ana, pintada del suelo al techo con magníficos frescos; Nowy Świat, la principal zona comercial, y mucho más.