Para los londinenses, el Puente de la Torre es una parte vital de las infraestructuras de la ciudad. Por él, pasan 40000 vehículos al día para cruzar el Támesis. Sin embargo, para muchos visitantes, la vista de las dos torres de estilo gótico alzadas por encima del horizonte de los demás edificios es una imagen de visita obligatoria.
El puente se creó como solución para agilizar el intenso tráfico que accedía a la ciudad cada día y las obras de construcción finalizaron en 1894. En su día era una maravilla de la ingeniería, en cuya edificación trabajaron casi 400 obreros, que tardaron 8años en terminarlo. De acuerdo con las leyes de la ciudad, las torres se diseñaron para que su estilo arquitectónico se amoldase al de la cercana Torre de Londres. Actualmente, ambos monumentos se conocen en todo el mundo como símbolos de la ciudad.
Si quieres acceder a las dos pasarelas cubiertas que unen las torres, puedes subir por las escaleras o montar en el ascensor. Diseñadas originalmente como vías peatonales, se podían usar mientras las plataformas levadizas permanecían elevadas hoy se emplean como espacios para exposiciones y galerías. Las vistas panorámicas merecen que pagues el precio de la entrada, que no es muy alto.
Antiguamente, las plataformas levadizas del puente se elevaban más de 50 veces al día gracias a su sistema hidráulico a vapor, para dejar paso al intenso tráfico fluvial que surcaba el Támesis. Ahora están dotadas de un sistema eléctrico y el tráfico se detiene cuando se elevan. Se calcula que el puente levadizo se levanta unas 1000 veces al año.
A los amantes de la historia y los apasionados de la ingeniería les encantará la exposición del puente, la Tower Bridge Exhibition. Explica detalladamente la creación y la historia del puente, además de recordar muchos de los incidentes más destacados que ha vivido, como las intrépidas maniobras de los pilotos que pasaban volando entre sus pilares a ras del agua. Entra en las Victorian Engine Rooms (las salas de máquinas victorianas) y sabrás cómo sonaba y olía el puente en los días en que funcionaba a vapor.
No te olvides la cámara, el Puente de la Torre es uno de los sitios más fotografiados de Londres. Al amanecer y al atardecer es especialmente bonito. Entonces se agolpan los locos de la fotografía de todo el mundo en los puntos estratégicos más cercanos.
La estación de metro más cercana es Tower Hill.