Pasea por las calles adoquinadas y los puentes arqueados de esta ciudad insular del norte de Italia, que resulta perfecta para recorrer a pie, y déjate guiar por tus sentidos en tus viajes a Venecia. Oye el chapoteo del agua contra las góndolas en los canales. Deléitate con el aroma de la comida italiana recién hecha y saborea los mejores vinos en las terrazas de los restaurantes. Siente la caricia del sol sobre la piel al pasear por la Plaza de San Marcos(Piazza San Marco) y escucha las serenatas que los músicos callejeros cantan a los enamorados.
Incluso en los meses más fríos del invierno, Venecia rebosa de vida. En verano, los días pueden llegar a ser bastante calurosos y la ciudad está llena de gente, mientras que el otoño y la primavera suelen ser los momentos más agradables para hacer viajes a Venecia. Es fácil visitar las principales atracciones en solo unos días. Por su majestuosidad, la Plaza de San Marcos es el lugar perfecto para comenzar la visita. Dos de los edificios más espectaculares de Venecia, la Basílica de San Marcos (Basilica di San Marco) y el Palacio Ducal (Palazzo Ducale), se encuentran el uno junto al otro al este de la plaza. Con sus ornamentados mosaicos dorados y el elaborado diseño de sus cúpulas, la basílica constituye el mejor ejemplo de la influencia bizantina en Venecia. Por su parte, el palacio causa una profunda impresión con su ostentosa demostración de poder y riqueza.
En su serpenteante recorrido, el Gran Canal conduce a la mayoría de las atracciones de la ciudad. Te puedes pasar horas simplemente contemplando las góndolas y los “vaporettos” (autobuses acuáticos) o subirte a uno de ellos para disfrutar de un romántico paseo en barco. Navega frente a edificios como el palacio gótico Ca’ d’Oro o la Basílica de Santa María de la Salud (Basilica di Santa Maria della Salute) y cruza el emblemático Puente de Rialto (Ponte di Rialto). Haz una pausa para degustar un plato de “risi e bise” (arroz y guisantes) en una “osterie” tradicional (bar de comidas).
No te pierdas tesoros como la Chiesa Santa Maria dei Miracoli, una iglesia de mármol del siglo XV. Coge un ferry para ir a las islas de Murano y Burano. Ambas son famosas por sus artesanos, que trabajan el vidrio y los encajes, respectivamente. En las islas podrás pasar un día tranquilo, lejos del caótico pero irresistible corazón de Venecia.
Saborea tu estancia en la ciudad de los canales y disfruta de la pasión de los italianos por la comida, el amor y el estilo.