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Cuando viajes a Berlín, ciudad antes más conocida por su división que por su fascinante historia y arquitectura, descubrirás que es ahora una ciudad unida, y sumamente moderna y cosmopolita en la que disfrutar a través de sus museos, plazas y festivales.

Explora el vasto terreno donde celebraba sus congresos el partido nacionalsocialista y descubre los momentos históricos más significativos que tuvieron lugar aquí.

Déjate maravillar por la cúpula turquesa y las impresionantes vistas que ofrece el nuevo ayuntamiento de Hannover y admira sus maquetas de la ciudad.

Huye de la ciudad y refúgiate en uno de los parques urbanos más grandes del mundo, que alberga lagos y praderas, además de cervecerías al aire libre y una variedad de interesantes objetos históricos.

En la confluencia de los ríos Rin y Nahe descubrirás un espectacular paisaje urbano y la fascinante historia de Bingen am Rhein.

Prueba los variados vinos blancos y espumosos que se producen a partir de las uvas de esta espectacular región, en los alrededores de los ríos Mosela y Nahe.

El gran pulmón de Berlín es una tranquila zona de bosques, praderas y estanques situada justo en el centro de la ciudad.

Acércate a la histórica plaza del mercado de Bremen y admira la hermosa fachada de este edificio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La Marktkirche es todo un tesoro del siglo XIV que deslumbra con su estilo gótico y sus muros de ladrillo rojo a todos aquellos que se acercan a contemplarla.

El parque Herrenhäuser Gärten es un exuberante jardín que esconde verdaderas joyas, como mansiones barrocas, museos y hermosas fuentes.

Cientos de museos, teatros, salas de conciertos o estadios deportivos se distribuyen a lo largo de las ciudades de esta región de tradición minera al oeste de Alemania.

Relájate junto a los estanques y las fuentes de los jardines y recorre las habitaciones de época de uno de los palacios barrocos más grandes de Alemania.

Los únicos rascacielos de Alemania se encuentran en la capital económica de Europa, que también es una ciudad conocida por su vino dulce de manzana y algunos de los mejores museos del país.

Relájate junto a los estanques y las fuentes de los jardines y recorre las habitaciones de época de uno de los palacios barrocos más grandes de Alemania.

Déjate maravillar por la cúpula turquesa y las impresionantes vistas que ofrece el nuevo ayuntamiento de Hannover y admira sus maquetas de la ciudad.

El puente más antiguo de Heidelberg es una impresionante construcción decorada con una imponente puerta, minuciosas esculturas y una singular estatua de un mono. 

La Marktkirche es todo un tesoro del siglo XIV que deslumbra con su estilo gótico y sus muros de ladrillo rojo a todos aquellos que se acercan a contemplarla.

Cuando viajes a Mannheim, aprovecha para visitar esta plaza neobarroca para ver cómo los chorros que surgen frente a la Torre del Agua se entrecruzan e iluminan.