Filadelfia, famosa en todo el mundo por su importancia histórica en la fundación de Estados Unidos, es quizás una de las ciudades más “clásicas” del país.
Rinde homenaje a los héroes caídos frente a un monumento que invita a la reflexión, dedicado a aquellos que perdieron la vida durante los tres años que duró la guerra de Corea.
Las cataratas del Niágara son una atracción tan inmensa que, literalmente, se encuentran a caballo entre dos países: cruzan la frontera entre el estado de Nueva York y la provincia canadiense de Ontario.
El Capitolio, situado en lo alto de la colina que lleva su nombre, es un lugar emblemático de Washington y la sede de la democracia americana desde hace más de 200 años.
Las montañas reciben a visitantes durante todo el año para disfrutar de todo tipo de actividades: descenso de rápidos en primavera, acampada en verano, senderismo en otoño y esquí en invierno.
Un recorrido interactivo por la preservación del medioambiente local, la innovación y la ciencia que nos demuestra que es posible divertirse aprendiendo.