Con sus rutas de senderismo, cataratas y montañas repletas de las especies salvajes más diversas, este parque nacional es uno de los más pintorescos del país.
Quebec, pintoresca capital de la provincia canadiense homónima, permite conocer junto con los parajes naturales circundantes un pedacito de Francia en Norteamérica.
Las montañas reciben a visitantes durante todo el año para disfrutar de todo tipo de actividades: descenso de rápidos en primavera, acampada en verano, senderismo en otoño y esquí en invierno.