Asiste a la tradicional ceremonia del té, da de comer a monos salvajes, y explora templos y santuarios Patrimonio de la Humanidad en esta histórica ciudad japonesa.
Los miles de picos, verdes e irregulares, que emergen de las aguas de color esmeralda, donde pueden apreciarse las coloridas velas de los barcos tradicionales, dotan a esta bahía de un encanto casi mágico.
Asahikawa es el corazón japonés del sake, el pescado y el ramen. Sin embargo, también podrás disfrutar de un zoológico, un museo de esculturas, una aldea de cerámica, bonitos jardines e incluso pistas de esquí.