La metrópolis surcoreana cuenta con algunos de los barrios para salir de noche y mercados más animados del continente, junto con tranquilas casas de té y palacios rodeados por jardines.
Asiste a la tradicional ceremonia del té, da de comer a monos salvajes, y explora templos y santuarios Patrimonio de la Humanidad en esta histórica ciudad japonesa.