Dublín, ciudad medieval con una fuerte tradición literaria y habitantes dispuestos a hacerte descubrir su vida cotidiana, es el referente de la emigración irlandesa.
Explora un sepulcro del neolítico, pasea entre acantilados a medida que observas cómo rompen las olas y disfruta de una buena conversación con los vecinos de esta isla con siglos de historia.
Visita el Parque Municipal de Tralee y disfruta del aire perfumado gracias a las variedades de rosas que florecen en este lugar perfecto para leer a los genios literarios de la región.
Esta antigua prisión es el lugar ideal para escuchar historias sobre el pasado punitivo de Irlanda y su lucha por la independencia de la dominación británica.
Para experimentar la vida rural típica irlandesa, pasa tus vacaciones en Glencar, donde podrás practicar actividades al aire libre, visitar tesoros históricos y pasar momentos de paz y tranquilidad.
Pasa unas vacaciones en Westport y podrás caminar por paseos arbolados y relajarte en las playas con bandera azul de esta bonita localidad en la costa oeste de Irlanda.
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