Tu viaje a Varsovia no puede terminar si no has visitado esta iglesia histórica: un centro de vida religiosa, cuya atmósfera se deja inundar por los emotivos acordes de un enorme órgano tubular.
Este templo del siglo XIV, cuyo sencillo exterior gótico contrasta con la elaborada decoración barroca interior, albergó en el pasado un importante colegio jesuita.
Esta estructura futurista con fachada de cristal es el principal lugar de la ciudad de celebración de conferencias, conciertos, obras teatrales y ferias comerciales.
Si quieres disfrutar de un momento de tranquilidad durante tu viaje a Varsovia, visita esta iglesia y déjate invadir por la sensación de serenidad que transmite su inmaculado interior de color blanco.
Tu viaje a Varsovia no puede terminar si no has visitado esta iglesia histórica: un centro de vida religiosa, cuya atmósfera se deja inundar por los emotivos acordes de un enorme órgano tubular.
Tu viaje a Varsovia no puede terminar si no has visitado esta iglesia histórica: un centro de vida religiosa, cuya atmósfera se deja inundar por los emotivos acordes de un enorme órgano tubular.
Si quieres disfrutar de un momento de tranquilidad durante tu viaje a Varsovia, visita esta iglesia y déjate invadir por la sensación de serenidad que transmite su inmaculado interior de color blanco.
Si viajas a Varsovia, visita esta parada fundamental de la Ruta Real: una lujosa iglesia que recuerda a un majestuoso palacio, cuyo campanario ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad.
Si viajas a Varsovia, visita esta parada fundamental de la Ruta Real: una lujosa iglesia que recuerda a un majestuoso palacio, cuyo campanario ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad.
Si quieres disfrutar de un momento de tranquilidad durante tu viaje a Varsovia, visita esta iglesia y déjate invadir por la sensación de serenidad que transmite su inmaculado interior de color blanco.
Si quieres disfrutar de un momento de tranquilidad durante tu viaje a Varsovia, visita esta iglesia y déjate invadir por la sensación de serenidad que transmite su inmaculado interior de color blanco.
Sigue parte de la Ruta del Ámbar hacia Venecia por el puente que lleva al casco antiguo de Breslavia y admira su combinación de edificios religiosos y regios.