Por su amplia oferta de galerías, museos, parques naturales y enclaves históricos, la deslumbrante capital canadiense es una escapada cultural y romántica perfecta.
Bajo los rascacielos, este vecindario ofrece grandes espacios cívicos, tiendas de lujo, 30 salas de conciertos y el complejo subterráneo más grande del planeta.
Quebec, pintoresca capital de la provincia canadiense homónima, permite conocer junto con los parajes naturales circundantes un pedacito de Francia en Norteamérica.
Bajo los rascacielos, este vecindario ofrece grandes espacios cívicos, tiendas de lujo, 30 salas de conciertos y el complejo subterráneo más grande del planeta.
Debido a su diversidad de ecosistemas, flora y fauna y patrimonio nacional, este parque es muy popular entre los amantes de la naturaleza, ya sea invierno o verano.
Bajo los rascacielos, este vecindario ofrece grandes espacios cívicos, tiendas de lujo, 30 salas de conciertos y el complejo subterráneo más grande del planeta.
Esta zona histórica del centro de Montreal estaba rodeada antiguamente por una muralla; hoy en día es uno de los centros urbanos más antiguos y mejor conservados de toda América del Norte.
Quebec, pintoresca capital de la provincia canadiense homónima, permite conocer junto con los parajes naturales circundantes un pedacito de Francia en Norteamérica.
Debido a su diversidad de ecosistemas, flora y fauna y patrimonio nacional, este parque es muy popular entre los amantes de la naturaleza, ya sea invierno o verano.
Bajo los rascacielos, este vecindario ofrece grandes espacios cívicos, tiendas de lujo, 30 salas de conciertos y el complejo subterráneo más grande del planeta.
Esta zona histórica del centro de Montreal estaba rodeada antiguamente por una muralla; hoy en día es uno de los centros urbanos más antiguos y mejor conservados de toda América del Norte.